Ramadán, más que un paréntesis espiritual

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El día de hoy inicia el Ramadán  pero ¿qué es y con qué se come?

La cultura general nos dice que “Ramadán” es el nombre de un mes del calendario musulmán. La palabra en sí misma significa calor intenso y se caracteriza justamente porque no se come.

Ramadan mubarak 2015

Hay que saber que no siempre toca en las mismas fechas y que para muchos musulmanes, Ramadán es algo más que una mera práctica de ayuno, es un tiempo de reflexión y purificación. Se doblega al cuerpo, privándolo de agua, alimentos y TODO lo que provoque placer –durante las horas de sol- por tooodo un mes.

Teniendo en cuenta que en el mundo una de cada cuatro personas es musulmán, hay una baja de actividad notable en los países donde la presencia del Islam es importante. La industria restaurantera en Paris lo resiente principalmente (lo supe de primera mano el primer año que llegué aquí :)). Y es que en Francia, el Islam es la segunda religión después del Cristianismo, el 7.5% de las personas son musulmanes, en México sólo el .1%.

Conozco algunos por estos rumbos,  y ciertos detalles vienen a mi mente, como por ejemplo que durante el Ramadán he percibido la falta de fuerza en su apretón de manos al saludar o como a otros se les ven los labios secos por no beber agua. En algunas empresas,  por respeto y educación (y en la medida de lo posible claro) se evita el programar reuniones muy tarde (como después de las 16hrs).

Un amigo de Algeria (a quien aprecio mucho) realizaba sus estudios en Paris, y al encontrarse lejos de casa, su madre le hizo llegar una gran dotación de pastelitos árabes que las mujeres de su familia habían hecho y enviado para la cena de clausura del Ramadán de mi expatriado amigo. Eran tantos pastelitos y galletas deliciosas que hasta a mí me tocó llevar una parte a casa, sí, también la generosidad se practica durante el Ramadán 😉

Cuentan los practicantes que a ellos los iniciaron poco a poco desde pequeños y, educados en la tradición y la fé, no les parece  nada raro ni dificil el ayunar. En cuestión de salud, los médicos opinan que cuando alguien está sano,  el ayuno no constituye un riesgo en sí, lo delicado en el caso del Ramadán es una posible deshidratación por la falta de agua durante el día, factor al cual hay que prestar atención.

Quizás de lo más maravilloso de este periodo, cuando se vive de manera tradicional, son las cenas en familia. Esos agasajantes banquetes nocturnos para los que se han preparado suculentos alimentos para romper el ayuno, en señal de agradecimiento.

Generalmente hay 3 comidas durante la noche: la abundante que constituye la ruptura del ayuno al ocultarse el sol; la de antes de dormir que es consistente pero fácil de digerir para poder conciliar el sueño; y la de antes del alba que debe tener suficientes grasas y agua para poder aguantar el día. Lejos de que las personas bajen de peso, muchas llegan a ganar algunos gramos, esto es debido a que los alimentos tradicionales son bastante calóricos y ricos en carbohidratos.

Photo by http://imeanseriouslyguys.blogspot.fr/

Photo by http://imeanseriouslyguys.blogspot.fr/

Esta semana escuché un comentario de dos señoras que casi me saca una carcajada en sus narices. Al parecer criticaban a una conocida porque la susodicha había hecho saber que ella NO cocinaría los alimentos para las cenas de Ramadán de su familia -compraría toda la comida ya hecha- (chan, chan chan cháaan) lo cual, a ojos de las doñas estas era i-na-cep-ta-ble. Yo me dije para mis adentros que estas damitas deberían recordar que el ayuno también incluye no comer prójimo crudo y no, no se necesita ser musulmán para saberlo.

Espiritual camino :)

@helenistica

Algunas referencias:

Ramadan, impacte-t-il la croissance économique? http://bit.ly/1FnbfDH

Nombre des musulmans par pays http://bit.ly/1IlaQDP

Est-ce dangereux de faire le Ramadan? http://bit.ly/1LfTuhO

Mosquée de Paris http://bit.ly/1LiJAc0

 


Cuando se trata de futbol se me desata la boca

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Pique86

En México el futbol es popular; conocido por todos, apreciado por las masas. Trasciende barreras de ingresos económicos, nivel educativo, género, edad. El futbol en México nos hermana. Está ligado a nuestra historia. Y cuando juega la selección mexicana, las diferencias entre aficionados de diversos clubes mueren para dar paso a la comunión de una sola afición.

Y bajo este argumento de unidad, los mexicanos podríamos ser considerados una afición apasionada, entregada, alegre, viajera pero también irreverente según la percepción de aficionados de otros países al presenciar nuestros festejos durante los encuentros de la selección mexicana en Brasil 2014.

Los ojos del mundo están puestos en México y no a causa de la elevada cifra de homicidios en varias de sus ciudades o al bajo índice de lectura, NO. Esta vez sucede tras la polémica de la FIFA y el famoso PXXXXTO (movimiento de manitas incluido) que brota de boca (y de lo profundo del alma) de gran parte de los aficionados cada vez que el portero del equipo adversario lleva a cabo un saque de meta. En esta ocasión (porque han habido otras más importantes en las que los mexicanos ni nos damos por enterados) discutimos entre nosotros y nos movilizamos en redes sociales para justificar que la palabra es parte de nuestro folklor y que nada tiene de homofóbico… Nos han dado en una fibra sensible: nuestro futbol, poniéndonos a más de uno a reflexionar sobre expresiones que hemos ido incorporando a nuestro vivir, como emisores o receptores, pero que aunque se hayan vuelto cotidianas a nuestros ojos no quiere decir que sean correctas.

memes-fifa

Yo no dudo que haya muestras más serias de discriminación y homofobia pero éste tipo de señalamientos que vienen de personas de otras culturas deberían hacernos pensar sobre nuestra manera de expresarnos. ¿Por qué? Porque ya estamos tan habituados a lo que llamamos “nuestro folklor” que no distinguimos la barrera entre lo que es uso y costumbre en México y lo que es civilmente correcto: universalmente hablando: el respeto a los demás. Sin olvidar algo importante, en Brasil somos invitados y no se trata de ir a imponer nuestras costumbres al extranjero (cualesquiera que sean).

Y concretamente hablando de futbol y mexicanos, ¿no serán este tipo de expresiones el reflejo de nuestros más profundos complejos e inseguridades como sociedad?

Que si queremos ser parte de un grupo hacemos lo que hacen todos. Que nos enajenamos cuando vemos jugar a nuestro equipo de futbol porque queremos (al fin) sentirnos buenos en algo y parte de un todo. O la legendaria característica –tan mexicana- de que, para poder sentirnos bien, necesitamos minimizar al otro «Viva México ¡cabrones!»

El reciente y polémico pxto, dependiendo claro de la intención y del contexto, no es más que una expresión que muestra una deformación paulatina de nuestro lenguaje (así pasó con el güey en los 90’s que al principio incomodaba y que terminamos adoptando).

El pxto es el claro reflejo de una sociedad carente de adjetivos, una palabra que todos (o casi todos) hemos dicho a la ligera, sin el ánimo de ofender y que, al momento de ver un partido de futbol hemos dejado escapar, gracias al anonimato de la masa, el deseo de pertenencia, la ligereza del alcohol o a falta de terapeuta para descargar las frustraciones.

Tal vez es el momento de que aprendamos de otras aficiones y hagamos gala de la creatividad y picardía que nos caracterizan de maneras mas creativas, sin olvidar que el deporte debe hermanarnos y no dividirnos. :)

Qui ne saute pas n’est pas français (El que no salte no es francés)

Recomiendo la lectura de: «Puto el que lo lea» de Alvaro Cueva http://bit.ly/1mbReLg

Respetuoso y futbolero camino,

Helenistica


Bienvenid@ al club de los intolerantes

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grumpy-cat

Desde hace algún tiempo he llegado a la conclusión de que un mínimo de civilidad y organización son indispensables para poder vivir en cualquier sociedad. Se puede llegar incluso a comprender que existan circunstancias fuera del propio control y esto hasta aquí es aceptable pero, ¿qué pasa cuando sí se puede hacer algo al respecto? es decir, cuando se elije no conformarse y tomar el incómodo camino de la queja.

Y es que a los mexicanos no nos gusta quejarnos.

Podemos echar madres pestes pero a la hora de la verdad, es decir, cuando hay que hacer algo al respecto, simplemente solemos evadir. Quejarse es algo que no va con nuestra filosofía de vida “cool y buena onda”. Siendo honestos, hacerlo de la manera correcta requiere tiempo. Para bien o para mal, hasta terminamos encontrándole algo positivo a la situación, nos resignamos y continuamos.

Probablemente es un mecanismo de defensa para estresarnos menos y ser más felices… quién sabe.

Pero el caso es que hace tiempo yo ya no puedo evitar no sólo «ver el prietito en el arroz” sino hasta quejarme con la cocinera.

Cuando no recibo un servicio o producto por el cual pagué (primero trato de informarme según aplique) hago llegar mi queja con la persona adecuada hasta que se resuelve el problema. Esto puede sonar muy lindo pero la cosa es que uno termina volviéndose algo cuadrado y percibido como intolerante.

Así es, no tengo siquiera treinta años y a veces ando sintiéndome como la señora de los gatos: criticona, exigente y gruñona (con todo respeto para las damas de +70 que leen este blog). Cabe precisar que en ningún momento soy grosera eh, dejemos eso muy claro. Es sólo que uno cambia: se vuelve cuidados@ del propio tiempo y del de los demás, respetuos@ de su espacio y del de otros. A mí me gusta llamarlo civilidad, pero lo cierto es que si uno  no se controla puede ser asfixiante (para uno mismo), llegando incluso a no estar contento en ningún lado porque, siendo realistas, siempre habrá algo o alguien que no comparta los mismos estándares/valores que uno.

Decidí contarle estas ondas a una amiga que lleva tiempo viviendo por estos lares; ella me escuchó paciente, y cuando terminé de hablar, me dice: «¡Felicidades! después de 4 años en Francia algo se te tuvo que haber pegado… recuerda que aquí quejarse es deporte nacional»… dicho esto no supe si reir o llorar, no quiero que mi felicidad se escape en forma de quejas. Usted opine.

Senora-de-los-gatos

Lindo y feliz camino :)

Meg