El cuerpo de las mujeres

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Il corpo delle donne – Documental de Lorella Zanardo

Una denuncia abierta hacia la televisión italiana por presentar a la mujer como un objeto decorativo y meramente sexual.

«Tan solo cuerpos de adorno, pilotados  a control remoto»

Provocando que las mujeres de hoy ya no se acepten a sí mismas, que se modifiquen a través de operaciones, que tengan pánico a envejecer…  consecuencia de la imagen que les ha vendido la televisión y que ellas mismas han decidido «comprar», pensando que esos comportamientos son parte de su libertad.

Lorella Zanardo : «Viví años en el extranjero. Cuando volví, me indignaba viendo la televisión mientras mis amigos se encogían de hombros: ‘Apágala y ya’. Pero ¿vamos a abandonar a los que no tienen recursos para decidir vivir sin la caja negra? El 80% de quien tiene una, no se informa de otra manera. Tenemos que cambiarla, no ignorarla»

Un excelente documental que permite preguntarnos: ¿ Qué tan lejos estamos de los escándalos de Berlusconi y de la imagen minimizada que se promueve de la mujer?

El video que aquí se presenta se encuentra subtitulado en español y es altamente recomendable.

Para los que deseen visitar el sitio italiano aquí la liga  : http://www.ilcorpodelledonne.net/

Y tu, ¿ves mucha diferencia de lo que se presenta en la TV mexicana?

Meg

 


Francia golea a México… en materia de civismo

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La gente no vota porque la gente no cree. Sentimientos como apatía, decepción y la idea de que nada va a cambiar invaden la mente de una buena parte del electorado mexicano de cara a las próximas elecciones presidenciales. Lo cierto es que nada cambiará si los que podemos votar no lo hacemos.

Y es que en México, el voto es a veces erróneamente percibido como un “derecho” cuando debería más bien ser considerado un deber. Así es, y sólo quienes participan de ésta manera tienen el derecho a opinarcriticar, quejarse y no a la inversa.

Porque ya va siendo hora de que los mexicanos vayamos entendiendo que las cosas funcionan gracias al establecimiento de compromisos y no a andar dando largas como acostumbramos.

Porque en México, país donde nos distinguimos por el ingenio y la picardía que solemos atribuir a toda situación, ya es momento de empezar a ser congruentes.

Y hay que hacer hincapié en ello porque llega a ser molesto ver a tantos expresando descontento, burla, etc. sin antes haberse dado el tiempo de ir a actualizar su credencial, ver un debate o presentarse a votar el día de las elecciones.

¿ Acaso somos una sociedad sin remedio condenada a la auto-flagelación, y a ser víctimas de los gobernantes que NO elegimos sino que dejamos que otros nos elijan?

 

Me gustaría compartir una serie de diferencias que he percibido en los 2 años y medio que he pasado viviendo en Francia. Durante este escaso tiempo he notado ciertas conductas de algunos ciudadanos franceses que vale la pena mencionar:

 

–    Los franceses se quejan de todo SÍ pero también se organizan

–    Los franceses hacen huelga SÍ pero porque consideran la huelga como un medio para ser escuchados y no como un pretexto para no ir a trabajar.

–    Los franceses están acostumbrados a pagar impuestos SÍ pero también sus gobiernos muestran resultados en obra pública o beneficio social.

–    Los franceses pueden aborrecer a un candidato SÍ pero ellos salen a votar cada vez que tienen elecciones (y son dos rondas).

–    A los franceses no les gusta que les digan qué hacer SÍ, en el sentido de que ellos prefieren ir a las urnas o asistir a un mitin en lugar de que alguien más decida por ellos.

–   Los franceses discuten todo el tiempo SÍ, porque culturalmente ellos no asocian discusión con conflicto sino con intercambio de ideas, ellos están acostumbrados a debatir. Por el contrario, nosotros los mexicanos culturalmente tendemos a ligar discusión con conflicto, por eso la evitamos, llegando incluso a aceptar la idea contraria para no «hacerla de cuento».

–    Los franceses tienen una vida asociativa activa, hay grupos formalmente constituidos, de todo tipo, que gozan del estatus de “Asociación”. Este factor denota: el interés por una idea, el trabajo colectivo para desarrollar un proyecto común y la capacidad de organización entre individuos, lo que incluye informarse y respetar reglas.

 

–    En Francia la juventud parece menos aletargada y más participativa en la vida política. Es más común ver jóvenes que se informan, se apasionan e intercambian entre ellos sus ideas, o al menos que estén enterados de lo que pasa en su país.

La juventud mexicana está más interesada en lo “people”, en el “show business”, en hablar de lo qué pasó el fin de semana, del lugar de moda, etc. y esto no está mal pero pareciera que es lo único que les importa. Los jóvenes mexicanos son alérgicos a tocar el tema político porque están decepcionados de la situación del país. Nunca empezaron a creer en él cuando ya habían dejado de creer en él.

 

Si nosotros queremos cambiar a nuestro país podemos empezar participando, involucrándonos en la vida política que es pública y nos concierne a todos. Opinando, conociendo y eligiendo a nuestros candidatos por medio del voto.

Es evidente que en esta época es mucho más fácil tener acceso a la información gracias a las redes sociales, mismas que han servido como detonante de movimientos sociales en otras partes del mundo, debemos entonces darles un uso sabio en México, y no sólo como vitrinas para el ego y los últimos chistes.

Pretextos para no participar siempre sobrarán, siempre habrá a quién o a qué echarle la culpa. Sin embargo, no hay que olvidar que el país que tenemos es nuestra única realidad; hacerlo un lugar más justo, menos discriminatorio y más participativo nos corresponde a todos los mexicanos.

Meg


« Etre bien dans sa peau » Sentirse bien en su propia piel

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Esta es una de las frases de la lengua francesa que más me gustan. Haciendo una traducción literal al español sería algo así como: “estar bien en su piel” pero a mis ojos, esta frase tiene un significado más profundo que el de esas simples palabras.

“être bien dans sa peau” es aceptarse tal cual un@ es, y digo –aceptarse- NO resignarse, conformarse ni nada por el estilo. Es estar cómod@s con lo que somos, es una actitud, un estado mental que está más cerca del equilibrio que de la perfección y a su vez, más cerca también de la felicidad.

Cuántas veces no nos descubrimos tristes,  cansados, tratando de cumplir con expectativas ajenas… cuántas veces no hemos sido severos con nosotros mismos, revisando nuestros defectos con la lupa de la auto-crítica (más dura de lo regular por cierto) para tratar de encajar en lo que “pensamos” que se espera de nosotr@s, en lo que “deberíamos ser o tener”…

Y no, no está mal cuidar nuestro cuerpo, ni aspirar a tener una calidad de vida mejor, una casa, un mejor trabajo, etc.; el problema es cuando sufrimos por conseguirlo, porque tenemos ese “objetivo” tan fijo en la mente que dejamos de ver y agradecer las cualidades y bendiciones con que contamos en éste momento. Es algo así como dejar de vivir en tiempo presente para querer transportarse al futuro… esto definitivamente no llegará por más que lo deseemos ya que no podemos apresurar al tiempo.

Cuando tomamos conciencia de lo que somos, de lo que valemos, nuestro panorama cambia y somos más plenos. Cuando nos aceptamos y nos perdonamos, vivimos en paz con  nosotros mismos, nuestro semblante cambia, nuestro humor, nuestras relaciones… y una cadena de hechos, personas y cosas positivas comienzan a llegar a nuestra vida.

 

La alegría existe cuando uno es lo que debe ser, por eso me gusta tanto ésta frase “être bien dans sa peau”

Meg

 

 


Estoy perdid@, no encuentro mi brújula moral

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El mundo gira muy rápido, lo que hoy es noticia el día siguiente parecerá muy lejano… o con una analogía al estilo Twitter: el Trendind Topic de hoy mañana nadie lo recordará… (para muestra, Japón)

 

Recuerdo cuando estaba en la secundaria, llevábamos una clase que se llamaba «formación de valores», a través de la combinación del estudio de casos y el debate, nos planteaban dilemas éticos y opinábamos al respecto, en mi escuela trataban de “prepararnos para el mundo”, en ese momento no lo entendía; en aquel entonces, las opiniones estaban muy definidas y esas situaciones me parecían lejanas.

 

Hoy, cuando leo titulares de periódicos, cuando veo la “calidad” de la info que circula en los medios, me asqueo y me decepciono, tanta información me satura… todo es tan relativo… ésta realidad me decepciona.

 

Las opiniones de varios políticos o jerarcas eclesiásticos no son la mejor brújula pues sus juicios tendenciosos y la discordancia entre sus actos y lo que profesan provocan flojera y risa irónica.

 

Muchos dirían que no hay que tomarse la vida tan en serio,  ¿será?

 

¿Mantenerse al margen y no embarrarse?… Ver avanzar el mundo, por un camino que sabemos que está algo lejos de ser el correcto… ¿y no hacer nada?

 

NO, probablemente no haya una solución fácil, pero me niego a quedarme quieta, a criticar sólo hasta que sea época de elecciones o a proponer medidas hasta que «le lleguen» a algo (o a alguien) que me duela…

Por eso, en lo que llegan ideas claras, propuestas, aquí un extracto de un discurso que data de 1996, su autor Joe  Wright. Causó controversia en el momento de su proclamación, pero lo importante no son los callos que pisó en aquel entonces sino que ojalá el leer esas líneas pueda incitar un poco a la reflexión. No importa el medio, sólo el mensaje. Siempre podemos cambiar el rumbo, el punto crucial es saber a dónde.

Meg


Hemos perdido el equilibrio espiritual y hemos cambiado nuestros valores

Hemos explotado al pobre y hemos llamado a eso “suerte”

Hemos recompensado la pereza y la hemos llamado “ayuda social”

Hemos matado a nuestros hijos que aun no han nacido y lo hemos llamado “libre elección”

Hemos abatido a nuestros condenados y lo hemos llamado “justicia”

Hemos sido negligentes al disciplinar a nuestros hijos y lo hemos llamado “desarrollar su autoestima”

Hemos abusado del poder y lo hemos llamado “política”

Hemos codiciado los bienes de nuestro vecino y a eso lo hemos llamado “tener ambición”

Hemos contaminado las ondas de radio y televisión con groserías y pornografía y lo hemos llamado “libertad de expresión”

Hemos ridiculizado los valores establecidos desde hace mucho tiempo por nuestros ancestros y a esto lo hemos llamado “obsoleto y pasado”