S.O.S llegaron las rebajas!!!

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Ayer navegaba sólo por ocio a través de sitios de ropa femenina, la publicidad era llamativa e incitante y yo, atraída por la curiosidad, empecé a revisar las dichosas “ofertas” cuando sin darme cuenta, empezó a despertar dentro de mí el conocido cosquilleo de la ansiedad compradora. Me detuve, respiré profundo y comencé a pensar en éstas ideas que espero les sean de utilidad.

Lo que la vida te enseña, que pudiera parecer evidente y no está de más recordar.

La presión durante las rebajas es tal que puedes acabar comprando algo que no usarás con regularidad (o que terminará arrumbado al fondo del closet), fuera de tu estilo, talla o necesidades, aguas!

A veces, por no tener claro lo que necesitas, dudas  o dejas ir artículos que realmente eran una buena adquisición o, posiblemente acabas comprando otros que al llegar a tu casa dices “cómo pude haber comprado esto?” Yo prefiero hacer una lista de las cosas que realmente necesito, la voy llenando a lo largo del año y siempre la llevo en mente, así cuando tengo una de ellas frente a mí (y con precio competente) es más fácil para mi radar identificarla.

Remedio contra el auto-sabotaje

Haz un PRESUPUESTO PREVIO de lo que puedes gastar y lleva tus tarjetas lo más limpias de deudas posible. Trata de no manejar efectivo,  el débito es mucho mejor, hay una frase que dice “cuando cuidas los centavos, los pesos se cuidan solos”.

Desecha lo que ya no usas

Es importante deshacerte de lo que ya no te pones o lo que ya no sirve antes de comprar. Un gesto amigable con tu entorno es, si las cosas están en buenas condiciones, canalizarlas a un lugar donde todavía puedan ser útiles para alguien.  Si vas a deshacerte de electrodomésticos, vidrio, ropa o muebles, investiga si hay depósitos especiales para ello, no todo puede acabar en la basura. El sacar lo que ya no usas te permite darte cuenta de lo que realmente necesitas y abrir espacio para que llegue lo nuevo.

Rebajas o espejismos?

Saber el precio real de las cosas es  una buena ayuda, así conoces exactamente de cuánto es la rebaja y si vale o no la pena. Muchos comerciantes inflan sus precios para hacerte sentir que son buenas oportunidades cuando en realidad no lo son.

Todo llega a quien sabe esperar… y comprar

Evita hacer compras de pánico en épocas festivas previas. Memoriza cuándo comienzan las rebajas en tus tiendas de preferencia, unas empiezan pasando navidad, otras en enero, algunas incluso a inicios de febrero, la clave es llegar a tiempo para no encontrar los artículos escogidos. Ten paciencia, algunos comercios guardan un mínimo de stock para que sus aparadores no se vean tan vacíos al inicio de año, descifra la estrategia de ventas de tu tienda y adelante.

Ir de compras de buenas

Cuando yo voy de shopping me gusta hacerlo con buena actitud: con la seguridad de que voy a encontrar lo que busco, o algo mejor. Es fundamental estar consciente de  mi talla y estilo. Los espejos de los probadores pueden desalentarnos. Si algo de tu físico no te agrada, o lo cambias o lo aceptas. A veces, el enfrentarse con el espejo del probador nos hace ponernos tristes o enojarnos con nosotras mismas, ésta no es la intención al ir de compras, hay que relajarse, ser objetivas con la auto-crítica y tomar las medidas necesarias.

Más vale sola que mal acompañada

Sola o acompañada, la clave es poder tomarse el tiempo para reflexionar. Date un espacio temprano, entre semana y sin prisas. Si decides ir con alguien, que sea una persona que disfrute ir de compras para que no te esté presionando con el tiempo o pueda darte una opinión objetiva si la necesitas.

No hagas ahorros mal entendidos

Una prenda que necesita OTRA  para verse bien NO es una buena inversión. Comprar zapatos en un número que no es el tuyo por aprovechar la “oferta” NO es negocio. Revisa bien tus artículos, un objeto dañado puede contar con un atractivo descuento pero cuidado con gastar más en la reparación, como dicen por ahí, puede salir más caro el caldo que las albóndigas.

Si te genera culpa gastar o postergas en lugar de realizar una compra que necesitas (que no pone en riesgo tu economía) al final, acabarás gastando más y comprando mal por la urgencia.

Por el contrario, si tienes la manita ligera para firmar, antes de comprar, SIEMPRE pregúntate: cómo andan tus finanzas personales, si  ya tienes algo parecido, qué tanto te hace falta, qué te pasará si no lo tienes  o si no estás tratando de llenar un vacío con cosas materiales. No caigas en el juego del consumismo.

Lo ideal es comprar sólo lo que necesitas, en el tiempo en el que se presenta la oportunidad, no siempre tiene que ser durante las REBAJAS. Visitar las tiendas frecuentemente (físicas o en línea) puede ser un buen ejercicio para conocer los precios reales y comparar calidad entre las marcas. Que no te de flojera pero OJO, no tienes que salir con algo cada vez que vayas y lo màs importante: no se va a acabar el mundo si no lo compras. :)

Meg